La asfixia fue tal que cambié todo por nada, probé que el cuerpo no es quien se muere sino mi alegría.
Tal vez reviva, tal vez consiga definirme y saber que hacer.
Estoy tan deshecha que pierdo mis partes, dejé por ahí mi antebrazo y mis caries. Perdí mi cuello y mi sonrisa tonta y sin carisma.
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