La asfixia fue tal que cambié todo por nada, probé que el cuerpo no es quien se muere sino mi alegría.
Tal vez reviva, tal vez consiga definirme y saber que hacer.
Estoy tan deshecha que pierdo mis partes, dejé por ahí mi antebrazo y mis caries. Perdí mi cuello y mi sonrisa tonta y sin carisma.
martes, 28 de junio de 2011
Suscribirse a:
Entradas (Atom)